Aseo de la mascota


 

Cuando puedo bañar a mi perro



La piel de los perros difiere mucho de la de las personas. Es mucho más sensible y requiere una adecuada secreción de cebo para mantenerse saludable.

La sudoración es muy escasa y los poros son muy grandes, lo cual favorece enormemente la presentación de infecciones.

Los baños muy frecuentes limpian el cebo de la superficie cutánea y estimulas a las células de la piel para que crezcan demasiado rápido, lo cual produce seborrea (caspa) y mal olor.

También los pelos se rompen, se traumatizan las raíces y se generan infecciones. Los perros NO deben bañarse todos los días como las personas.

Una mascota saludable debería tener un baño cada 15 a 30 días, con cepillados suaves cada 24 a 72 hs.

Los shampoo empleados deben ser de uso veterinario, ya que los de uso humano producen irritación y descamación en algunos animales.

Algunas razas como los Shar - Pei deben bañarse de forma más esporádica (algunos hasta recomiendan no bañarlos) ya que los baños frecuentes producen mantos muy mal olientes. Solo ante determinadas enfermedades cutáneas y bajo control veterinario se recomienda hacer baños con shampoo medicados y en forma más frecuente.

Por todo esto, NO bañe a su perro mas de 1 vez por semana, no traumatice o irrite su piel con shampoo inadecuados y ante cualquier problema (mal olor, descamación, irritación, etc.) siempre recurra a su veterinario de confianza.

Agradecemos la colaboración para la publicación de esta nota a:

M.V. Pablo Manzuc - Dermatología Veterinaria
DIAP - Diagnóstico en Animales Pequeños - Lavallol - Buenos Aires - Argentina
TE: 0054 (011) 4599 - 7918 / 0054 (011) 15 - 65 - 23 - 2017

 

 El baño de mi cachorro


La hora del aseo es muy especial para usted y para su cachorro. Él sabe que va a recibir atenciones especiales y palabras elogiosas sobre lo bonito de su aspecto.

Baño:


A la mayoría de los cachorros no les gusta bañarse. Tampoco es necesario hacerlo a menudo. Báñelo solo cuando lo necesite. Los baños demasiado frecuentes pueden secar la piel y el pelo.

Utilice un shampoo para perros de alta calidad recomendado por el veterinario.

Una alternativa es el baño seco. En las veterinarias tienen los productos necesarios. Se aplican con un masaje hacia el interior del pelo y luego se cepilla para quit5ar el exceso de polvo y suciedad.


Cepillar y peinar:
El aseo diario del cachorro es responsabilidad de usted. Y él aprenderá a disfrutarlo si lo hace bien. Sujete la piel con una mano y cepille o peine con la otra. Así no le “tirara” ni le hará daño.

Durante la estación de muda, puede utilizar una rasqueta de goma para los cachorros de pelo corto y un cepillo de muda para los de pelo largo. Algunos cachorros de pura raza necesitan técnicas de esquilado o de aseo especiales.


Ojos y orejas:

Durante la sesión de aseo, mire los ojos y orejas de su cachorro.

Los ojos han de aparecer claros y brillantes. Y el sector de alrededor del globo del ojo ha de ser blanco. Humedezca un trozo de algodón con agua tibia y limpie la piel sucia que pueda haber alrededor del ojo. Quite también las pequeñas lagañas que normalmente se acumulan. Las orejas han de estar limpias y rosadas. Como cuidado general limpie la oreja con un algodón empapado en solución para los oídos. Nunca profundice en el oído, quédese en la oreja. Los excesos de cera solo debe extraerlos el profesional. Seque la oreja con una tela o con un poco de algodón al terminar.

Si esta descolorido, inflamado, caliente, desprende mal olor o es sensible al tacto, CONSULTE. CONSULTE también si observa secreción, o alguna otra cosa anormal en los ojos.
 

Cuidado de las uñas:

La hora del aseo es también el momento de inspeccionar las uñas de su perro. Acostúmbrelo al contacto de sus manos en las almohadillas plantales. Recortarle las uñas a la medida justa es esencial para el buen cuidado de las patas. Los perros jóvenes tienen uñas afiladas como agujas y cortarle las puntas es una buena practica para acostumbrarlos al cortado posterior. Pero deje que el veterinario le enseñe como hacerlo. Las almohadillas plantales de los perros son muy sensibles, por lo que las uñas no deben cortarse demasiado.


Cuidado dental:

Los cachorros tienen dientes de leche desde las 4 – 5 semanas. Cuando se les caen deben comer algo menos, para no dañar las encías. Empiezan la segunda dentición (cambian 42 piezas dentarias permanentes) entre las 16 y las 30 semanas. Debe usted vigilar regularmente los dientes de su cachorro, examinándole la boca por si tuviera las encías inflamadas (estarán tiernas durante el periodo en que se le caen los dientes de leche). Suministrándole un alimento balanceado seco, ayudara a prevenir la formación del sarro.

S.E.C. (servicio de educacion para el consumidor)

Los perros eligen sus champus para cuidarse el pelo



Existen productos veterinarios para los distintos tipos de pelajes de los canes.

Al igual que con el ser humano, la oferta para el segmento capilar canino ha alcanzado gran sofisticación.

Según el gerente de retail del laboratorio de medicamentos veterinarios Drag Pharma, Juan Pablo Lozano, la venta de champús aumenta un 100 por ciento en el verano "pues muchas personas que no bañan a sus perros de manera frecuente en invierno, sí lo hacen con el aumento de la temperatura".

El médico veterinario de Drag Pharma Patricio Moreno dijo que hay que escoger el champú según la necesidad capilar. "No se puede bañar al perro con champú humano , pues la piel de los perros es muy sensible y pueden tener alguna reacción alérgica", aseguró.

Para perros de pelaje largo como Golden Retriever, Setter Irlandés y Cocker Spaniel, es aconsejable un champú balsámico (desenredante) que facilite el peinado luego del baño.

En el caso de perros de pelaje negro, existe el champú con extracto de henna y aloe vera que resalta el color natural y el brillo. Es apropiado para razas como Rottweiler, Doberman y Poodle con pelaje negro y, en general, perros de exhibición, pues realza su aspecto saludable.

Por su parte, los champús con blanqueador óptico son indicados para perros blancos. "Este pelaje tiende a oxidarse y adquirir un color amarillento. El blanqueador deja a perros Poodle, Maltés o Samoyedo con una apariencia similar a una nube", asegura Moreno.

En cambio, para resaltar el pelaje café, uno de los más habituales, los champús con aceite de andiroba, árbol del Amazonas, realzan el color.

El especialista dijo que hay que observar la reacción del perro, pues hay mascotas muy sensibles aún ante champús para perros. Para ellos existen fórmulas hipoalergénicas "cuyas partículas son más pequeñas, y por lo tanto afectan menos a la piel".

Para perros que sufren dermatitis o caída del pelaje, hay champús que incluyen Vitamina E como antioxidante, Omega 3 y Omega 6, que mejoran el aspecto de la piel posterior a cualquier cuadro dermatológico.

Estos champús, usualmente tienen fragancias frutales, de coco, berry, entre otros, que otorgan un exquisito aroma.

"Es importante convertir el baño en un momento agradable y tranquilo, una oportunidad para establecer un lazo. Hay que hacer entender a la mascota que el baño es apreciado por el dueño y así se sentirá feliz de complacerlo", agrega el médico veterinario de Drag Pharma.


Como consejos adicionales, el especialista recomienda:
Un baño cada dos semanas para perros que pasan la mayor parte del tiempo fuera de la casa. Los perros que están durante el día dentro de una casa o departamento, pueden ser bañados cada tres o cuatro semanas.

Si el perro huele mal aún después de ser bañado, es aconsejable consultar a un médico veterinario, pues podría tratarse de un problema a la piel que debe ser revisado.

Durante el baño, luego de asegurarse que el agua esté tibia, se debe tener la precaución de proteger los oídos con algodón. Posteriormente se puede comenzar a aplicar el champú por el lomo y extendiéndolo hasta las patas. La cabeza queda para el final. Cuando se proceda a lavar la cabeza, hay que extremar las precauciones para evitar que el jabón se introduzca en los oídos u ojos de la mascota.

El enjuague es una de las fases más importantes del baño y conviene realizarla a conciencia, porque muchos perros sufren trastornos en la piel debido a los restos de champú o jabón que les dejan sus dueños al bañarles.

Se hace un primer secado con toalla, y luego con secador de pelo. Ojo con la temperatura, es preferible poner la opción de aire no caliente. Es fundamental el secado, para evitar que el perro quede húmedo y sufra posibles dificultades respiratorias.

Para completar todo el proceso hay que cepillar y peinar al perro.


Fuente :La Segunda Internet

El baño de su gato - precauciones

Después de un buen baño.... un buen descanso.


La tarea de bañar a un gato es realmente complicada si el animal no está acostumbrado desde cachorro, y realmente, dado que el gato es un animal que dedica mucho tiempo del día a su propio aseo, el baño sólo debería practicarse cuando sea necesario: si realmente está sucio, en el caso de gatos que salen al jardín o al campo, antes de una exposición, por ejemplo, o en el caso de que algún tratamiento dermatológico lo requiera. En circunstancias normales, un cepillado diario a fondo elimina toda la suciedad del manto y resulta más beneficioso para el gato. No obstante, éstas son algunas precauciones a tener en cuenta antes de bañar a nuestro gatito por primera vez. 
 



Se debe usar un champú específico para gatos, no utilizar cualquiera de los nuestros, y no es recomendable el uso de otros acondicionadores o suavizantes.
 

La habitación ha de estar templada y sin corrientes de aire. 
 

¡Importantísimo! El agua debe estar tibia, ni demasiado fría, ni demasiado caliente, a una temperatura de unos 30 grados, y resulta conveniente dejar correr un rato el agua, a fin de que el animal se acostumbre al ruido. La intensidad del chorro debe ser moderada, y nunca dirigido directamente hacia la cara o las orejas. 
 

Una vez el gato mojado, se debe proceder a un exhaustivo enjabonado, dejando que el jabón actúe sobre el manto sobre unos 5 minutos. Una vez concluida esta fase es preciso enjuagar con abundante agua para que no queden restos del shampoo que puedan provocar después picores o malestar.
 

Antes del secado, retiraremos toda la humedad posible con una o más toallas, y a continuación usaremos un secador de pelos. Esta es la parte más delicada y la que más disgusta a los gatos. Podemos intentar conectar el aparato unos minutos a fin de que el animal se vaya acostumbrado al ruido, e ir practicando breves maniobras de acercamiento para que se dé cuenta de que el artilugio es inofensivo. Si a pesar de nuestras precauciones es imposible proceder al secado, paciencia!! No queremos un gatito aterrorizado, así que retiraremos la mayor parte de agua con una o más toallas secas, y permitiremos que el minino se termine de secar en una habitación tranquila y caliente. 
 

Fuente: Revista Todo Gatos, MC Ediciones Revista El Mundo del Gato, Ed. Moreno Martín S.L.